En tiempos de "whatshapp", sms, tantos videos, facebook, twitter... quería confesar que no hace mucho enviaba cartas, escritas de "puño y letra" para comunicarme con aquellos afectos en la distancia.
No sé en qué momento dejé de lado el dibujar una caligrafía legible, pensar en el destinatario y escribir correctamente el remitente. Los códigos postales, citar la ciudad, el país...
Recuerdo que me quejaba por la demora, por que se perdían vaya uno a saber dónde.
Ahora la única correspondencia son facturas de servicios, las que aún no brindan la opción online, y publicidad de delivery.
Qué vuelvan las cartas, los mensajes personalizados, dedicados, perfumados...
*Foto
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