lunes, 30 de noviembre de 2009

Del buen amor



Ay, cuan fermosa viene Doña Elvira por la plaza,
que talle, que donaire, que alto cuello de garza,
que cabellos, que boquilla, que color, que buena danza.
Pero, tal lugar non era para fablar en amores;
a mí, luego, me vinieron muchos miedos e temblores.
Los mis pies e las mis manos non eran de si señores;
perdí seso, perdí fuerza mudaronse mis colores.
Fa fablar con mujer en plaza es cosa muy descobierta
porque, a veces, mal atado está el perro trás la puerta.
La buhona con harnero va tañendo cascabeles
y menando de sus joyas sortijas con alheleles.
Abaxe más la palabra, dixel quen juego fablaba
porque tot aquella gente de la plaza nos miraba.
Comenzé a decir mi quexa del amor que me afincaba.
Con la gran pena que paso vengo vos decir mi quexa;
vuestro amor e deseo que me afinca, que me aquexa.
Non me tira, non me parte, non me suelta, non me dexa

* Javier Bergia

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