sábado, 2 de agosto de 2008

El misterioso enamorado del muro

Inusual historia de amor es la que rescata Mario Diament para La Nación.
Entre tantas noticias, demasiada actualidad macabra, hay notas que juegan de descanso visual.
Es así que esta mañana mientras leía el diario me detuve en ese título que llama al corazón. La historia que reune afecto+tecnología = relación con un final; automáticamente recordé algo que sucedió el año pasado y lo puedo testimoniar en imágenes...

Los nombres de los protagonistas son Matias y Mely.

Una mañana me iba muy temprano al trabajo, entre sueño y caminata por inercia veo que el arbol frente a mi edificio tenia un cartel pegado. A esa hora solo las fuerzas me dirigen al subte.
Cuando regreso veo que desde Av. Cabildo hay uno, dos, tres, cuatro... diez... quince... 2 versiones de carteles con el título "no puedo escribir mi historia sin la pluma de tu amor"... (sí ya sé al límite de la cursilería)...
Publicidad pense?.
Llego a casa y veo al encargado del edificio con una espátula, un valde con agua y un cepillo intentando despegar uno de los afiches de la pared. Como buen informante barrial que es, ante mi pregunta responde "pobre pibe lo deben haber dejado y ahora esta despechado"... (100 % sabiduría urbana pense).
Pero... no podía quedarme con eso... ¿hasta dónde había esos mensajes?, debía averiguarlo y no respondiendo al famoso llamado de la prensa simplemente curiosidad femenina.
Emprendí una caminata de más de 5 calles hasta Av. Cramer, al mismo tiempo que confirmaba de un lado y otro... edificios, comercios, garage, arboles, hasta los postes de la luz no se salvaron del testimonio amoroso.
El final?... aún quedan restos de pegamento y papel en algunas paredes... nadie supo responder con certeza la historia pero fue una sensación rara mezcla de complicidad, conjeturas, empatía según el punto personal y misterio en la gran ciudad.

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