jueves, 28 de agosto de 2008

El hombre de las 88 remeras

Todo comenzó con unas vacaciones, búsqueda intensa de descanso, recobrar momentos y roles familiares.
Cuando uno se va de la casa natal cada regreso es diferente.
Personalmente suelo quitar objetos que develen mi paso por ese lugar. Quizás el día que no quede nada material será el momento en que desee regresar e instalarme definitivamente, caprichos.
En esas idas y vueltas aprovecho para hacer limpieza de placares, cajones, liberar espacio para que sea aprovechado por otros integrantes de la familia estable.
Fue el momento en el que comencé a sacar una, dos, tres... sesenta... setenta... ochenta y...
Mi querido hermanito, el que siempre viaja a verme es el señor remeras. Tiene una colección de más de 40 de color negro, una decena de verdes, marrones, celestes... una blanca y una roja...
Lo gracioso de todo era que no me creía, entonces lo llamé y previa búsqueda de testigo, comenzó el recuento.
Pero esa contabilidad familiar iba acompañada de historias, chistes, anécdotas, recuerdos de adolescencia, sonrisas por modas ridículas por las que uno fue una víctima...
Fue así que mi hermano se quedó con la mitad de sus bienes, desterró ridiculeces, se enfrentó a una realidad y terminó con su eterna muletilla "uy tengo que comprarme una remera que no tengo"...

No hay comentarios: