
Cuando estamos en esa instancia de inercia y despersonalización, negociamos y a veces nos boicoteamos
dejando todo libre al azar.
El factor "suerte" viene acompañado del instinto de la envidia y rencor.
En esa situación es cuando tomo aire, oxigeno los pulmones, relajo los hombros y te digo: no te deseo suerte, deseo que lo que necesitas se te de.
Cambio casualidad por fundamentos, por causalidad, por una serie de minidecisiones que hacen un todo.
Bien, mal, correcto e incorrecto... solo necesitamos seguir...
* Pispiar la imagen de Pure9
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