Una librería, una ciudad del Río de la Plata, música en una plaza, jóvenes que superan los 60 años, medicina contra el dolor de espalda, miradas, cercanía, deseos de reencuentro.
Mientras disfrutaba de esta ilustración de Lola Lorente, recordé las ganas de bailar.
Me acordé de la promesa por cumplir y del mundo por descubrir entorno al tango.
¿Es posible que como argentina solo sepa dejarme llevar?, quizás es tiempo de un aprendizaje.
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